Buscar este blog

jueves, 29 de noviembre de 2012

Era una señora tan, tan, pero tan....

Era una señora tan, tan, pero tan alta, que en vez de cumplir años cumplía metros.

Era una señora tan, tan, pero tan gorda, que su ángel de la guarda tenía que dormir en otro cuarto.

Era una señora tan, tan, pero tan bajita, que le encantaba enfermar para que el médico le diera de alta.

Era una señora tan, tan, pero tan fea, que cuando envió su foto por correo electrónico la detecto el antivirus.

Era una señora tan, tan, pero tan arrugada, pero tan arrugada que cuando lloraba, las lagrimas les bajaban en jeep.

Era una señora tan, tan, pero tan loca, que le gustaba cantar mientras se bañaba... pero acompañada de mariachi.

Era una señora tan, tan, pero tan gorda, que era más fácil brincarla que rodearla.


Era una señora tan, tan, pero tan delgada... ¡que cuando tomaba sopa se le calentaba la ropa!

Era una señora tan, tan, pero tan gorda que se hizo un vestido de flores y se acabo la primavera

Era una señora tan, tan, pero tan fea que en vez de la menstruación, le venia la monstruación.

Era una señora tan, tan, pero tan fea que cuando se escribio en un concurso de feas, no la aceptaron porque no querian profesionales.

Era una señora tan, tan, pero tan flaca, que para tener sombra, tenía que moverse a cada rato...

Era una señora tan, tan, pero tan gorda, que para darle el abrazo de año nuevo tenían que empezar en septiembre.

Era una señora tan, tan, pero tan gorda, que cuando salía en la televisión, salía en todos los canales.

Era una señora tan, tan, pero tan delgada que una vez se tragó un hueso de aceituna y la gente se creía que estaba embarazada.

Era una señora tan, tan, pero tan bocona, que una mañana, por bostezar se voltió.

Era una señora tan, tan, pero tan fea que se volvio prostituta y murio virgen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario