Había una vez un tigre que se comió un jabón y ahora es puma.
Había una vez un gato que tenia 16 vidas pero vino un 4x4 y lo mató de golpe.
Había una vez un hombre Tan pero tan tacaño que veía la misa por tv y cuando pasaban la limosna, cambiaba el canal.
Había una vez una ciudad tan seca, pero tan seca, que las vacas daban leche en polvo.
Había una vez un hombre tan viejo, tan tan viejo que vio el arcoíris en blanco y negro.
Había una vez un señor, tan, pero tan tan tonto, que ponía el diario en el refrigerador para leer noticias frescas.
Había una vez una chava tan pero tan tonta que un día se quedó encerrada en una fábrica de colchones y se durmió en el piso.
Había una vez un tipo tan tacaño, que estaba soñando que se estaba tomando un café y se despertó para no pagarlo.
Había una vez un hombre con tan mala suerte, pero tan mala suerte que compró una muñeca inflable y le salió lesbiana.
Había una vez un cien pies que caminaba en un bosque y había una ramita, y se tropezó, se tropezó, se tropezó, se tropezó, se tropezó...
Había una vez un príncipe que era un aburrido, tan aburrido... pero tan aburrido que cenicienta se fue a la 10.
Había una vez una tortuguita que fue a su primer día de clases y cuando llegó… ¡Ya estaban de vacaciones!
Había una vez una persona que tenía tan mala suerte que se tiro al vacío y estaba lleno.
Había una vez un niño que era tan pero tan pobre, que la única vez que comió carne fue cuando se mordió la lengua.
Había una vez truz.
Había una vez una vieja tan gorda tan gorda que su signo zodiacal era libra y media.
Había una vez un hombre tan pero tan bajito que siempre iba a la frontera para que le dijeran: Alto!
Había una vez un futbolista tan malo, pero tan malo que mete un gol y en la repetición lo falla.
